viernes, 22 de mayo de 2009

Día 8: No es taan fácil llegar a Arzúa


Nos están matando estos días que pensamos que van a ser casi un paseo y terminan siendo una jornada de subir y bajar cuestas como lelos, bien por el caminito de los webs o bien por nuestras cagaditas. Y para no retrasarlo mucho, el caso es que hoy la hemos cagado bien...

Nosotros vamos siempre con nuestro planito que te señala los pueblos uno por uno, la altura a la que deberían estar los puntos y demás, y lo cierto es que lo consultamos bastante a menudo; más por ver cuánto queda para terminar que para ver donde estamos, la verdad, pero consultarlo lo consultamos. Hoy hemos empezado subiendo como condenados; no hay nada menos agradable que levantarte a las 7 de la mañana después de no haber pegado ojo en toda la noche (*) y ponerte a subir un puerto empinado de narices.

Con pocas ganas pero convencidos de que iba a ser "otra jornada sencilla" hemos tirado para adelante, cuesta arriba y cuesta abajo. Así hemos ido verificando más o menos con el plano las subidas y bajadas hasta que hemos llegado a un cruce.

- J: Mmmmm parece que ya no hay que subir más, a partir de ahora es todo bajada.
- A: Qué raro, en el plano dice que faltan dos km de subida, no?
- J: Ya, pero está clarísimo que hay que girar por esta carretera a la izquierda, pone dirección Santiago, y además, es cuesta abajo.

El argumento de la cuesta abajo ha sido definitivo, así que nos hemos lanzado sin dudarlo por una carretera nacional que bajaba, pero con ganas. Unos 7 km aproximadamente más abajo hemos empezado a pensar que ahí había demasiado coche para ser posible. Por mucho peregrino que pueda haber en algún momento, no creo que a la organización del sarao éste le interese que haya víctimas mortales. Un par de preguntas más tarde a algún camionero estábamos de vuelta los 7 km hacia arriba con una cara de tontos de las que no salen fácil.

En fin, que nos empeñamos en hacer difícil lo fácil, y hoy nos ha dado por inventarnos un puerto de narices donde no lo había. Que sepáis que el camino es personalizable, no hay que seguir las flechitas si uno no quiere.

Nos ha costado pero hemos llegado a Arzúa, donde estaba la anhelada feria del ganado y del pulpo. Resulta que eran dos eventos separados y hemos corrido a la del pulpo, como era de esperar. Dicho evento consistía en unas mesas bastante guarras con gente gritándose a menos de 30 cm. de distancia mientras bebían un vinazo bastante agresivo y comían pulpo a mansalva. Nos hemos hinchado de todo hasta que no nos entraba un tentáculo más y hemos pensado que al menú le faltaba algo de carne, así que hemos marchado a por un churrasco. Genial lo de comer dos veces seguidas. Con ganas de vomitar nos hemos arrastrado hasta el hostal (hoy no nos la jugamos con el albergue) y hemos echado una siesta de las buenas.

Mañana llegamos a Santiago, creo que tenemos que decirle un par de cositas al bicho de madera que hay en la ermita y apuntarnos en una lista de peregrinos, o algo así. La verdad es que estamos deseando llegar, no vemos el momento de ver la ciudad a lo lejos.

Hasta aquí las biciaventuras de hoy :)

Besos

(*) No hemos pegado ojo porque el albergue de Portomarín es lo más parecido a unos barracones de Auschwitz. Hemos compartido habitación con unas 40 personas en literas, a unos 30º por la noche sin ninguna ventilación y con la suerte de contar entre los alberguistas con los Trotamúsicos. Una troupe de cojones, cada uno de ellos capaz de roncar de una manera perfectamente reconocible y con personalidad propia. Mención aparte para el pollo que estaba a mi lado, que cogía fuerza de repente y resoplaba mojando todo lo de alrededor, así como una chica oriental que al roncar no se sabía si el de la litera de al lado la estaba "haciendo algo". Una maravilla, sólo decir que a uno le hemos tirado una barra de cortina en mitad de la noche y ni se ha inmutado.

2 comments:

Gon dijo...

Tremendo el relato, me he descojonado! Enhorabuena por haberlo conseguido! Un autentico crack....

Anónimo dijo...

Heee, falta la etapa del sabado y la mas importante, EL PARIS - DAKAR

Pelas