martes, 20 de octubre de 2009

El secreto de sus ojos


Tenía ganas de ver la película de Juan José Campanella, el mismo que ya nos regaló aquella joyita llamada "El hijo de la novia" allá por 1.991. Pues bien, pasaban los días y unos bastardos se colaron entre medias. Pensaba que no alcanzaría a verla en cine, pero al final he llegado. Y ha merecido la pena, ya lo creo que sí.

La cartelera actual está sembradita de buenas películas; están los bastardos de Tarantino, los alienígenas de Neil Blonkamp, Moon de Duncan Jones "Bowie", e incluso Agora de Amenábar. A pesar de no haber visto aún las dos últimas (a Moon la tengo ganas), estoy convencido de que El Secreto de sus ojos son los 6 euros mejor invertidos de mi último mes. No me voy a enrollar mucho, pero si de verdad os gusta el cine debéis ver esta película. Es la típica película que está en condiciones de devolverte el dinero si no sales de la sala encantado con lo que has visto; casi te dan ganas de pagar a la salida.

Es una película sincera, directa y sin artificios. Narrativa pura y dura basada en un guión espectacular y unas interpretaciones sublimes. Ricardo Darín es uno de los mejores actores vivos que hay, un transmisor de emociones capaz de comerse una escena con una mirada. Espectacular el pollo, como siempre. Soledad Villamil es perfecta, simplemente preciosa y la actriz perfecta para el papel, con la dosis exacta de madurez y atractivo. Mención especial para Guillermo Francella, al que no recuerdo haber visto jamás, pero que me ha encantado. Es el amigo que todos querríamos tener, un tipo entrañable con sus grandes imperfecciones, que son las que le hacen cercano. Francella está soberbio, simplemente inmejorable en su papel.

Campanella es un genio narrador de historias y emociones. No es ésta una película tan emotiva como "El hijo de la novia", pero es igualmente sincera y llega exactamente de la misma manera al centro de las emociones humanas. Gran narrador, gran guionista y estupendo director de actores, no se puede añadir nada más.

No quiero liarme, sólo añado que la banda sonora de Federico Jusid, en un 90% piano, es maravillosa. Otro descubrimiento para mi, me ha encantado. Y en fin, que vayáis a verla, es una de esas películas que hacen grande el cine y que te hacen recordar por qué te gusta sentarte en una sala durante dos horas a que te cuenten una historia. No todo van a ser efectos especiales, adornos y distracciones. Cine de verdad, del bueno. Un clásico instantáneo.