miércoles, 12 de mayo de 2010

Hasta siempre Sandeis


Se intuía, pero con estas cosas siempre queda algo de esperanza. El concierto del sábado pasado ha sido uno de los mejores que han dado; el recinto era perfecto y ellos estaban contentos y geniales. Es inevitable sentir pena por todos esos grandes momentos vividos en los conciertos y pensar que no se repetirán, pero han sido regalos todos y cada uno de ellos. Grandes regalos, y todos diferentes y especiales. En fin, aún quedan Guadalajara, Aranjuez, Salamanca...pero se va a echar de menos a los domingueros.

Lo único que sin duda es este texto es difícil de escribir.

Para algunos será tarde, para otros pronto, quizá una sorpresa, quizá no, para algunos será innecesario y para otros indispensable, para otros algo triste, para otros nada… y como es imposible contentar a todo el mundo, este anuncio llega cuando y como puede. Lo siento por los descontentos. Os vuelvo a asegurar que es la cosa más difícil que he escrito jamás.

El motivo es que nos hacen tantas veces la pregunta que casi ya ni duele. Y sólo porque sabemos que hay gente a la que le importa y que nos suplica una aclaración, aquí la contestamos. Pienso que uno no se acostumbra a importarle tanto a otros, con lo bonito que es. Nos parece algo irreal; y no es falsa modestia. También que qué difícil y qué vergüenza da escribir sobre uno mismo, como si fueras el centro del mundo. Eso hace aún más difícil escribir y en parte explica la tardanza. Perdón también a quien le resulte tarde. Tendemos a pensar “qué más les da” o “a nadie le importa”. Nos solemos poner en los ojos de aquel al que le da igual. Perdón también al que le dé igual. Pero la verdad es que muchos de vosotros habéis vivido nuestra aventura con la misma ilusión que nosotros y muy de cerca, y os importa. Por eso y por esos.

El día 17 de julio, en Benicassim, daremos nuestro último concierto. No habrá más conciertos y no habrá más discos.

La inevitable siguiente pregunta que nos hacen es ¿por qué?. Otra pregunta normal es ¿y por qué no lo habéis dicho antes? Y hay más preguntas posibles. Cientos. E incluso elucubraciones y raros rumores hemos oído; gracias por la atención, pero son casi todos falsos o insensatos. E indoloros.

Espero que sirva como respuesta a algunas de esas preguntas esta reflexión.

Pienso que todos tenemos una inconsciente curiosidad que roza el morbo y es, como muchas cosas inconscientes, peligrosa. Alguien ha muerto ¿de qué ha muerto? Su novia le ha dejado ¿por qué? Los porqués y los dequés no son tan importantes, en serio, y no creo que aporten. Lo importante es si le querías y se lo demostraste y si, aun sin novia, le sigues queriendo. Y la línea entre lo explicable y lo íntimo no puedo cruzarla. Y creo que hay que respetarlo.

Escribiré en voz alta cosas que no necesito, por si alguien sí… Todos los que formamos o hemos formado este grupo nos amamos con locura; fuimos antes, somos y siempre seremos grandes amigos. No existen problemas personales entre nosotros, aunque no somos personas iguales. Nos lo pasamos bien tocando y ningún plan alternativo es un motivo.

Hay cosas que se acaban sin una explicación única y clara. Incluso cosas bonitas. Y de haberla no la diría. Por supuesto que está meditado y comparado, sopesado y reflexionado, despedazado, visto con otros mil ojos; es una duda que ofende. Nos va bien en un mundo difícil. Etcétera. Sólo diré que hacer música, para muchos, no es comparable a casi nada y que necesita de una serie de incentivos, de motores o como se quiera llamar, indispensables y únicos. Y que o existen o no existen. No se pueden inventar ni buscar, ni se trabajan ni se intercambian por otros. Y me parece bien que seamos honestos. No podemos hacer música sin eso. Por otro lado, la vida y las cabezas son complejas. Y un grupo son varias vidas y varias cabezas, con lo que la complejidad crece. Finalmente, algo obvio: no todo el mundo es feliz con lo mismo.

Una última cosa que quizá haya que explicar es que no nos gustan los homenajes. Y mucho menos hacérnoslos nosotros mismos. Quiero decir: lo que nos llena y es realmente bonito es que vengáis a vernos, que nos sigáis, pero sin aditivos, porque sí. No porque ya nunca más. Es como deberían ser los homenajes: en vida y sin que el homenajeado sepa que lo es. Nos habéis hecho muchos ya. No habrá concierto de despedida ni nada similar.

Por otro lado, qué maravilla y qué suerte.

Ha sido la mejor experiencia de nuestras vidas. Y me arriesgo a decir que lo será.

La lista de agradecimientos es inmensa. No se puede explicar con palabras lo agradecidos (y lo asombrados) que estaremos siempre por haber coincidido con gente tan generosa; mucha gente no pidió nada a cambio de ayudarnos cuando no había nada y tampoco pidió cuando empezó a haber. Sabemos que lo sienten como nosotros.

Nuestras familias, que sufrirán más que nosotros.

Miguel Corral, su grupo.

Nuestros amigos, que nos sufrirán.

Gente del pasado.

En fin, sabéis quiénes sois.

Y para acabar, acabar por el principio, que sois vosotros. Gracias. Gracias por todo. Algunas veces nos habéis dicho que nuestra música os hace felices. Es algo precioso que nos habéis devuelto con creces.

Gracias a todos de corazón, gracias por llegar hasta aquí abajo.

O hasta aquí arriba.

Un fuerte abrazo.

Jero


Una crónica del concierto del sábado pasado --> The sunday Drivers: En el cielo del pop, por derecho propio